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23 de marzo de 2023Diccionario de mujeres en la historia de Toledo: Parte I
Hoy 8 de Marzo es el día de la mujer. ¿Sabes por qué se celebra exactamente hoy y no otro día? Un 8 de marzo de 1875 cientos de mujeres de una fábrica textil de Nueva York se rebelaron ante la injusticia. Se manifestaron por la desigualdad salarial respecto a los hombres que trabajaban en la misma fábrica. Las protestas fueron reprimidas por la policía de forma brutal. Tanto que terminó con la muerte de nada menos 120 trabajadoras.
Esto no hizo sino avivar la llama puesto que tras la masacre, se creó el primer sindicato femenino de la historia. Era de esperar la consiguiente ola de protestas y huelgas de mujeres en el sector textil. Destacó la celebrada en 1908 bajo el lema 'Pan y Rosas'. 15.000 mujeres se echaron a la calle para protestar por las terribles condiciones laborales que soportaban.
Ya en el siglo XX, se celebró el primer Día Nacional de la Mujer. Fue en los Estados Unidos y la fecha elegida fue el 28 de febrero de 1909. Se eligió entonces este día en honor a la huelga de trabajadoras de la confección de 1908 en Nueva York.
Un año después el movimiento llegará a Europa. Entonces la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, invitó a cien mujeres de diferentes países. Y allí se propuso celebrar en marzo un día de la mujer para luchar por obtener el sufragio universal femenino.
Finalmente se fijó la fecha definitiva, la que hoy celebramos, en el contexto de la I Guerra Mundial. Tras la caída del Zar en Rusia en 1917, el gobierno interino aprobó el voto femenino el 23 de febrero. Día que pasó a ser fiesta en todo el país. Día que en el calendario gregoriano, corresponde al 8 de marzo.
En Toledo a Pie pensamos que el día de la mujer es todos los días. Aportamos nuestro granito de arena recordando que las mujeres han estado siempre presentes en los grandes y pequeños momentos de la historia. Cada una, a su manera, luchó desde su condición de mujer en diferentes épocas y ante diferentes vicisitudes. En nuestras visitas guiadas por Toledo hacemos hincapié en el papel de algunas de estas mujeres. Especialmente en esta ruta nocturna por el barrio conventual. Hoy, para tenerlas siempre presentes, iniciamos este Diccionario de mujeres en la historia de nuestra ciudad. Un diccionario que iremos poco a poco ampliando. No te olvides de contribuir para futuras entregas. También estamos abiertos a que participes en el diccionario y en nuestros tours guiados por Toledo.
Beatriz De Silva
(¿Ceuta?, c.1426 - Toledo, 7 de agosto de 1491)
Dama de origen portugués y reconocida por ser la fundadora de la Orden de Concepcionistas. Aunque hasta llegar a este punto tuvo que pasar por algún trance. Siendo dama de la reina Isabel de Portugal, madre de Isabel la Católica, la encerró en un arcón. ¿El motivo? Simplemente los celos que la reina sintió ante su gran belleza y los rumores falsos sobre la relación entre Beatriz y el rey. Pasados tres días, el tío de Beatriz la consiguió sacar del arcón. Entonces Beatriz contó que había sobrevivido gracias a las dos apariciones milagrosas de la Virgen quien la alimentó en esta experiencia. Tras este suceso, Beatriz decidió alejarse de la corte. Se recluyó en el convento de Santo Domingo el Real de Toledo. Uno de esos conventos maravillosos todavía conservados y al que nos acercamos en la mejor ruta nocturna de Toledo ;D
Cuenta la leyenda que además Beatriz optó por cubrirse el resto de su vida la cara con un velo para que su belleza no le causara más dolor. En el convento no profesó en la orden dominica sino que estuvo en condición de pisadera. Es decir, una laica que “alquilaba” ciertas estancias para vivir con sus damas y acogida a la protección del convento.
No hay muchos datos sobre su vida en ese convento. Lo poco conocido es que vivió como beata una vida austera, de rezos y penitencias. Llegó a conocer a la mismísima reina Isabel la Católica. Ésta la visitaba asiduamente en el convento toledano, interesada por el proyecto de vida religiosa femenina que estaba creando Beatriz. Finalmente la reina le cedió los antiguos Palacios de Galiana, en el mismo Toledo, ocupados desde el siglo XIII por los calatravos. Allí se mudó la dama portuguesa con sus seguidoras ocupándolo desde 1484 hasta principios del siglo XVI. Ya muerta Beatriz de Silva, las concepcionistas se trasladarían a su lugar actual, el antiguo convento de los franciscanos.
Blanca de Borbón
(Francia, 1335 - Medina Sidonia, 1361)
Esta reina de Castilla de origen francés no tuvo una vida fácil. Especialmente tras su matrimonio con el rey Pedro I de Castilla. Un monarca controvertido al que unos le llaman el Cruel y otros el Justiciero. Sea como fuere, en 1353 contrajeron matrimonio en Valladolid con vistas a fortalecer las relaciones con Francia. A los pocos días el rey abandonó a Blanca para reunirse con su amante María de Padilla. No confundir con la mujer del comunero Juan de Padilla. María se llamaba, de apellido Pacheco y vivió en el siglo XVI. Más abajo te hablamos de ella así como es la protagonista de una de las paradas de este tour nocturno por Toledo.
El abandono de la reina se produjo, más que probable, por no haber recibido la dote acordada con el monarca francés. A partir de entonces, Blanca de Borbón viviría confinada en distintas villas, entre ellas Tordesillas, Medina del Campo o Arévalo. Terminó recluida en el Alcázar de Toledo y varios obispos castellanos incluso declararon nulo el matrimonio a pesar de ser consumado. Este suceso alertó al Papa quien, gracias a la figura del legado pontificio, terminaría por lanzar la excomunión contra Pedro I en la Catedral de Toledo a comienzos de 1355.
Todo este maltrato sufrido por Blanca de Borbón hizo que los toledanos protagonizaran una revuelta contra el poder regio, desgraciadamente en vano. Blanca sería trasladada a Sigüenza para acabar asesinada en Medina - Sidonia por un ballestero del rey.
Goswintha
(¿Entre 525/530? - ¿Toledo?, 589)
Se desconoce el lugar y fecha de su nacimiento pero se cree que pertenecía a una familia noble visigótica ya que se casó en primeras nupcias con el rey Atanagildo. Según algunos autores sería ella la primera en trasladarse de Sevilla a Toledo. Se trajo así parte de la Corte a la ciudad que después se convertiría en capital.
A la muerte de Atanagildo subió al poder Liuva. Éste asoció al trono a su hermano Leovigildo. A su vez Leovigildo, para ganarse a los partidarios del antiguo monarca, se casó con la reina viuda. Poco tiempo después Liuva muere y Goswintha volvió a ser reina.
A la muerte del rey, Goswintha ayudó a su hijastro Recaredo en las labores de gestión del reino hasta que éste decidió convertirse al Catolicismo en el III Concilio de Toledo. Como arriana acérrima que era, Goswintha no podía permitirlo. ¿Cómo evitarlo? Implicándose en una rebelión contra el rey, lo que probablemente acabó con su vida. Sí, estar dentro de la corte en tiempos de los visigodos debió de ser lo más parecido a la serie Juego de Tronos.
Estuvo muy implicada en la política de su época y, casi con toda seguridad, fue una mujer inteligente, culta y con grandes dotes para gobernar. Sin embargo, por su fervor religioso hacia el Arrianismo, desde la tradición cristiana se la ha presentado como una mujer manipuladora y sibilina. La imagen con la que ha llegado hasta nuestros días.
Reina Isabel de Portugal
(¿1428? - Arévalo, 15 de agosto de 1496)
Hija del infante Juan de Portugal, Duque de Beja y administrador de la Orden de Santiago, y de Isabel de Barcelos. Era nieta a su vez del rey Juan I de Portugal. Contrajo matrimonio con Juan II de Castilla en 1447 gracias a las maniobras políticas del valido del rey, don Álvaro de Luna. De este matrimonio nacerían la futura reina Isabel la Católica y el infante Alfonso, muerto en 1468.
Sobre la vida de la reina en Castilla se suelen resaltar dos puntos. En primer lugar cómo al parecer intervino activamente en la caída del condestable de Castilla, Álvaro de Luna. Sea como fuere, el condestable acabó siendo ejecutado en 1453. ¿Sabes dónde está enterrado? En nuestra catedral. Si quieres visitarla, no dudes en reservar una visita guiada para descubrir el lugar donde se encuentra y más rincones y obras de arte espectaculares.
La reina también es la protagonista de la leyenda hagiográfica que te contábamos más arriba. Isabel de Portugal sería la responsable, cual reina malvada de Blancanieves, de encerrar a Beatriz de Silva en un arcón durante tres días. ¿Un relato sin fundamento histórico? ¿Un modo de justificar la creación de las concepcionistas? ¿O quizás fue una muestra de los futuros problemas mentales de la reina? Nunca lo sabremos. Pero Isabel llegaría a visitar a Beatriz cuando ésta se encontraba en el convento toledano de Santo Domingo el Real.
Tras la muerte de Juan II en 1454, Isabel de Portugal se trasladó a Arévalo junto con sus hijos y allí se mantuvo hasta su muerte. Confinada en los muros de la fortaleza como si de un convento se tratara. Se apunta a que la depresión sufrida tras la muerte del rey pudo afectar a su salud mental, mezclando periodos de lucidez con otros de ensimismamiento o ansiedad. ¿Te suena de algo? Se suele tomar como antecedente a Isabel de Portugal para explicar la futura condición de su nieta Juana la… ¡No lo digas! La Desventurada debió haber sido. En el Free Tour Toledo Esencial le hacemos un pequeño guiño.
Emperatriz Isabel de Portugal
(Lisboa, 24 de octubre de 1503 - Toledo, 1 de mayo de 1539)
Hija de Manuel I de Portugal y de María de Aragón, contrajo matrimonio en 1526 con Carlos I de España, el Emperador. Antes obtuvieron la necesaria dispensa papal ya que ambos eran nietos de los Reyes Católicos y, por tanto, primos. Fue la madre del futuro rey Felipe II.
Como emperatriz tuvo un papel muy relevante, haciéndose cargo del gobierno en las ausencias del César. Hasta el punto de que Carlos la describió como su “ayudadora” en esta materia.
La relación de Isabel con Toledo fue estrecha. Estando el Alcázar en construcción, cuando visitaba la ciudad con o sin su esposo, se alojaba en palacios particulares. Se tiene constancia de su estancia en el palacio de los Zárate, la hoy conocida como Casa de la Cadena. También estuvo en el de Diego Hurtado de Mendoza, conde de Mélito, hoy desgraciadamente desaparecido. El palacio del Conde de Fuensalida, actual sede de la Presidencia autonómica, disfrutó igualmente de la presencia de la emperatriz. Aunque seguro que Carlos V no se llevó un buen recuerdo del mencionado palacio ya que allí falleció Isabel. Un palacio ubicado al lado de la famosa Iglesia de Santo Tomé. ¿La conoces? Guarda en su interior el conocido cuadro del Greco “El Entierro del Señor de Orgaz”, monumento incluido en la pulsera turística de Toledo.
También se tiene noticia de un importante encargo de la emperatriz a Alonso de Covarrubias. Consistía en crear una villa con jardín ordenado geométricamente y estanque en unos terrenos cedidos por la comunidad de la Concepción Francisca próximos al Puente de Alcántara. No llegó a materializarse este proyecto debido a la temprana muerte de la emperatriz en 1539.
Isabel de Oballe
(Toledo, princ. siglo XVI - ¿Sevilla? c.1590)
Nuestra protagonista fue una de esas mujeres valientes que vivieron a lo largo del siglo XVI. Una de las alrededor de 10.000 mujeres que dieron el paso de viajar a América y que además nunca olvidó el lugar de donde procedía, Toledo.
Isabel consiguió llegar al Nuevo Mundo haciendo un gran esfuerzo económico y superando las dificultades del viaje que suponían para una mujer soltera. Hablamos de plagas, tormentas, ataques de piratas, o el peligro de una violación constante. Vivió una vida acomodada en Perú casándose en dos ocasiones y siempre con su Toledo en mente. De hecho, pasados muchos años quiso regresar. Previendo los peligros del viaje escribió en su testamento, por si acaso, que quería ser enterrada en una nueva capilla de la Iglesia de San Vicente Mártir. La que hoy día es el Círculo de Arte.
También dejó por escrito la creación de un retablo encargado al pintor genovés Alessandro Semini. Éste murió y el proyecto cayó en manos del mismísimo Greco en 1607. Cuatro fueron los cuadros que pintó destacando la llamada Inmaculada Oballe, en honor de esta mujer, conservado en el toledano Museo de Santa Cruz. Si te estás preguntando qué pasó finalmente con Isabel de Oballe después de ese viaje de regreso a España, lamentablemente murió. Se piensa que en Sevilla, donde fue enterrada en un principio sin cumplirse su última voluntad. Sin embargo, finalmente fue trasladada a Toledo aunque se desconoce la fecha exacta.
Jeónima de las Cuevas
(Se desconoce)
Muchos son los interrogantes alrededor de su figura, aunque es conocida por su relación con uno de los grandes genios que han pasado por Toledo: Doménikos Theotokopoulos, el Greco.
Según Linda Martz y Julio Porres la pareja se conoció en las inmediaciones de la Posada de la Higuera, situada antiguamente en la actual calle Azacanes. Se cree que Jerónima vivió en esa zona y se sabe que el Greco estuvo en la mencionada posada. Una posibilidad que plantean estos autores es que fuera prostituta de una mancebía pública ubicada cerca.
Solo hay dos documentos en los que se la menciona. Uno es el poder que el Greco da a su hijo, Jorge Manuel, para que hiciera testamento en su nombre el 31 de marzo de 1614. En otro documento se refiere a ella como la madre de Jorge Manuel. En ninguno de ellos la menciona como esposa, lo habitual en la época si así hubiera sido. Tras muchos debates, actualmente hay consenso en que nunca se llegaron a casar.
Lucrecia de León
(Madrid 1567 - ¿?)
Hija de mercader que comenzó a tener sueños proféticos desde niña. Se ganó la fama por ello en su barrio y sus vecinos la temían puesto que había vaticinado la muerte de varias personas.
Cuando creció comenzó a trabajar como dama de compañía en la corte. Allí conoció al mismísimo Felipe II y comenzó a soñar con él. No pienses mal. Esos sueños no fueron precisamente buenos. Para empezar, Lucrecia consiguió prever el desastre de la Armada Invencible. Así fue como mucha gente comenzó a dar crédito a sus predicciones, entre ellos Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial.
En otro de esos sueños, la muchacha comparaba a Felipe II con el rey visigodo don Rodrigo. El último rey visigodo al que se atribuía la derrota ante los musulmanes en el 711. Lucrecia preveía una nueva invasión de España con los protestantes, atacando desde el norte; los turcos, por el sur; los ingleses, a través de Portugal; y con los moriscos actuando como quinta columna de los invasores desde el interior del país. Así la rama española de los Habsburgo se extinguiría. Sólo se salvaría la población resguardada en la ciudad de Toledo y en la Cueva Sopeña, probablemente en el término municipal de Villarrubia de Santiago. Desde estos puntos se llevaría a cabo la reconquista frente a las tropas invasoras, instaurándose una nueva dinastía. Menuda noche movidita pasaría Lucrecia.
Los sueños se extendieron como la pólvora. Además en un contexto histórico crítico. El momento en que Antonio López, secretario de Felipe II, huyó de Madrid (1590) traicionando a su rey y llevándose multitud de documentos y secretos de Estado.
Lucrecia fue llevada ante el Santo Oficio, junto con los transcriptores de sus sueños, acusados de varios delitos contra la fe y el rey. Los transcriptores se libraron con penas muy leves, alegando que sólo copiaban los sueños para su estudio y comprensión. Lucrecia sin embargo fue sometida a tormento. No consiguieron que admitiera los delitos de los que se le quería acusar: blasfemia, sedición, falsedad, sacrilegio y pacto con el diablo. Gracias a esta entereza, y tras cinco años de prisión, nuestra protagonista consiguió escapar de las llamas y fue condenada a cien azotes y destierro de Madrid.
Salida de este trance, quedó marcada de por vida por la comunidad cristiana y abandonada por sus padres. La única institución que se prestó a acogerla, junto con su hija de cuatro años nacida en prisión, fue el Hospital de San Lázaro de Toledo. Este hospital acogía a enfermos infecciosos, por lo que tampoco era el lugar idóneo para estar. Tras su estancia allí, fueron trasladadas al Hospital de Tavera, donde no existía tanto riesgo de contagio. Un monumento imprescindible del renacimiento español. Desgraciadamente, en este hospital se pierde la pista de madre e hija.
María de Estrada
(Sevilla, fin. siglo XV - México, siglo XVI)
Mujer valiente donde las haya, la vida de esta sevillana está completamente teñida de ficción debido a todas las novelas que hablan sobre su figura. Conocido es que tuvo un hermano llamado Francisco de Estrada el cual viajó con Diego Colón a América. Se presupone que María les acompañó en 1508. Allí se conoce por diversos testimonios que luchó como uno más de los soldados de Hernán Cortés destacando en su uso con la espada. ¿Cuál es entonces su relación con Toledo?
Cuentan que fue tras la muerte de sus padres a manos de la Inquisición cuando María, de un supuesto origen judío y cuyo nombre original sería Miriam, cuando vino a vivir a Toledo con su abuelo. Un rabino y médico oftalmólogo. Tras haber muerto éste y la expulsión de los judíos en 1492, Miriam quedó abandonada en un camino. Fue una gitana quien la acogió en su clan cambiándose el nombre entonces a María de Estrada. A lo largo de su vida antes de irse a América dicen que participó en alguna que otra reyerta entre clanes y que fue encarcelada en el mismísimo Alcázar. Sin embargo, todo esto no es fácil de probar y muchos historiadores lo consideran parte de la leyenda sobre esta increíble mujer.
María Pacheco
(Granada, c.1496 - Oporto, marzo 1531)
La conocida como Leona de Castilla nació nada menos que en la Alhambra de Granada en el seno de dos familias poderosas. De un lado los Mendoza, con figuras clave como el Gran Cardenal Pedro González de Mendoza, el consejero de los Reyes Católicos. Del otro lado los Pacheco, siendo María nieta de Juan de Pacheco, I Marqués de Villena.
Con solo 14 años le dicen que debe casarse con el futuro comunero Juan de Padilla, hidalgo toledano de rango inferior a ella. Sería hacia 1518 cuando el matrimonio se vino a vivir a Toledo.
Se conoce perfectamente el lugar donde vivieron y donde precisamente María Pacheco recibió la noticia de la muerte de su marido tras la batalla de Villalar en 1521. ¿Quieres saber dónde estuvieron sus casas? Apúntate a esta ruta nocturna por Toledo y te lo enseñaremos. Así podrás imaginarte in situ cómo María inició la procesión hacia el Alcázar, vestida completamente de luto en una silla de manos, como muestra de su indisposición por la muerte de su marido. Tomó este edificio tan importante y desde allí dirigió a los toledanos en su férrea resistencia frente a las tropas del Emperador.
Nuestra protagonista sin embargo, terminó sus días en Portugal al tener que huir de Toledo cuando la ciudad cayó en febrero de 1522. Huyó desde sus casas de noche, disfrazada, hacia la Puerta del Cambrón. En el país vecino sería ayudada por los arzobispos de Braga y Oporto. Es en esta última ciudad donde reposaron sus restos tras su muerte en 1531.
Mariana de Austria
(Wiener Neustadt, 22 de diciembre de 1634 - Madrid, 16 de mayo de 1696)
Hija del emperador Fernando III del Sacro Imperio Romano Germánico y de la infanta María Ana de España. Casó en 1649 con su tío Felipe IV de España. Fue la madre del futuro Carlos II de España y de Margarita Teresa, futura emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico. Quizás le pongas cara siendo niña en el famoso cuadro de “Las Meninas” de Velázquez.
Al fallecer su esposo en 1665, Mariana se convirtió en regente durante la minoría de edad de su hijo. Con Carlos II ya en el poder, continuó influyendo en él hasta 1677. Fue apartada y confinada en el Alcázar de Toledo por Juan José de Austria, hijo bastardo del anterior rey Felipe IV. Allí permanecerá la reina viuda hasta 1679, fecha en que fallece Juan José de Austria.
María De Silva
(Portugal, 1512 - Toledo, 28 de octubre de 1575)
Noble portuguesa de importante linaje que llegó a Castilla como dama de la Emperatriz Isabel de Portugal. Se casó tan solo con 15 años con don Pedro González de Mendoza, mayordomo del Emperador y contador mayor de cuentas. Tras nueve años de matrimonio fallece Don Pedro en Cuenca, donde vivían desde su boda, y un año más tarde la Emperatriz Isabel la trae a Toledo ingresando en el convento de Santo Domingo el Antiguo.
En este convento toledano María de Silva vivió en condición de pisadera durante 38 años hasta su muerte. En él fue enterrada gracias a su gran amigo don Diego de Castilla, deán de la Catedral de Toledo. Éste fue el albacea de su testamento y quien encargó al Greco el retablo de la iglesia. Quería darle un lugar de entierro a María a la altura de su condición. Podríamos decir que gracias a ella se realizó en Toledo la primera obra del Greco en España. ¡Gracias María!
Además, ese convento de Santo Domingo el Antiguo también albergó los restos de otro ilustre personaje. Alguien muy bueno con los pinceles. ¿Sabes de quién hablamos? ¿no? Pues si no sabes qué hacer en Toledo, te recomendamos esta visita nocturna.
Santa Teresa de Jesús
(Ávila, 28 de marzo de 1515 - Alba de Tormes, 4 de octubre 1582)
Teresa de Cepeda y Ahumada, mundialmente conocida como Santa Teresa de Jesús, tuvo una relación muy estrecha con nuestra ciudad. Para empezar su abuelo paterno era de aquí y nada menos que judío converso. Es más, fue juzgado por la Inquisición por prácticas judaizantes y condenado a llevar un sambenito en procesión por Toledo durante siete viernes. Sería después de esta experiencia cuando la familia se mudó a Ávila. Allí nacería la Santa en el seno de una familia completamente cristiana.
Reconocida, entre otras cuestiones, por su reforma de la orden del Carmelo. Creó en Toledo la quinta de sus fundaciones de carmelitas descalzas en las antiguas casas de Martín Ramírez. No sin complicaciones que le presentaron los propios toledanos o el gobernador eclesiástico. Según éste, en “Toledo no cabía ni una monja más”. A pesar de las dificultades consiguió crear el conocido como Convento de San José en 1569. La Santa le tuvo un especial apego. Lo eligió para estar recluida durante un año cuando fue acusada de alumbradismo.
Esta fundación estaría en funcionamiento hasta su muerte en 1582. Entonces las monjas devolvieron las casas a los descendientes del antiguo propietario por no cumplir una cláusula del acuerdo al que se llegó inicialmente. Aun así, todavía dentro de ese palacio se conserva la celda donde Santa Teresa pasaría las horas escribiendo y meditando. Toda una joya escondida.